30 julio 2011

Ante la represión y asesinato de militantes sociales en Jujuy

En repudio a los asesinatos perpetrados en tierras del Ingenio Ledesma,
propiedad de la familia Blaquier en Jujuy, emitimos la presente Declaración.


CARTA ABIERTA
DECLARACIÓN

La muerte no es el límite. Está mucho más allá del límite: es el colmo inaceptable desde cualquier punto de vista. No nos alcanza con repudiar las muertes en Ledesma: exigimos inmediato y eficaz esclarecimiento y castigo, tanto a los culpables como a los responsables, así como todas y cada una de las medidas concretas que aseguren que definitivamente nunca esta palabra, “muertos”, vuelva a ser noticia, en referencia a un conflicto social.

El límite es el firme e irrenunciable rechazo a reprimir las protestas populares y las acciones que llevan a cabo los habitantes de nuestro país en defensa de sus necesidades, sobre todo los más pobres y desprotegidos.

Sean oportunas esas acciones o no, imprudentes o no, estén o no estén fogoneadas por algún otro interés, nunca, de ningún modo, estará en la represión la respuesta, cueste lo que cueste y sea el que fuere el costo político a pagar. El “no” tajante a reprimir el derecho a la lucha y la demanda es un componente básico de la vasta transformación de la vida política que desde mayo de 2003 viene llevando a cabo el Estado, cuyo rumbo estamos decididos a sostener y llevar cada vez más adelante, aun cuando se impongan nuevos y graves obstáculos, previsibles en un contexto de enfrentamiento con un inescrupuloso bloque de poder e imprevisible en la magnitud y características de las maniobras u operaciones a las que los intereses afectados recurran en busca de frenar o torcer el rumbo. Porque es nuestra la bandera “Cristina 2011” reclamamos una acción real, sostenida y a fondo para que nunca más de aquí en adelante vuelva a ser quebrado ese principio en el territorio argentino, sea por fuerzas nacionales o provinciales, estatales o privadas, o provenientes de cualquiera de los estratos del poder político o de la sociedad.

Estos hechos, en los que vuelve a surgir el nombre del Ingenio Ledesma, rememoran la vinculación y colaboración del grupo económico de la familia Blaquier con la última dictadura militar y su política de violación sistemática y organizada de los Derechos Humanos. Queda evidenciada nuevamente la relación entre represión a movimientos populares y la preservación de privilegios cimentados en la violencia y el totalitarismo, lo que resalta la urgente necesidad de sostener y profundizar las políticas del gobierno nacional en defensa de los Derechos Humanos, la independencia respecto de los sectores de poder tradicionales y el renovado esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo.

A la vez que un reclamo, este es un llamado a todas y cada una de las fuerzas democráticas, populares, progresistas, autonomistas y emancipadoras del país. Urge a estas fuerzas y a cada argentino preocupado por el destino nacional a tomar conciencia de las graves consecuencias que arrojan estos crudos acontecimientos sobre el futuro, en la medida en que tienden a hundirnos en el sórdido abismo de un retroceso profundo en lo más elementalmente humano de la vida social, y en su capacidad para horadar y degradar a un gobierno popular, que es atacado por sus realizaciones antes que por sus deficiencias, a las que urge analizar con renovados esfuerzos de imaginación política.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 29 de julio de 2011

(enviado por Roberto Páez González)

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