El abogado, militante, escritor, periodista y diputado nacional Rodolfo Ortega Peña, asesinado en 1974 por la Triple A, fue homenajeado ayer -martes 31 de julio- en el Archivo Nacional de la Memoria con una mesa redonda de la que participó el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda; el presidente del ANM, Ramón Torres Molina; el director de Prensa del ANM, Marcelo Duhalde; Carlos González Gartland, abogado y compañero de Ortega Peña, y el hijo de Ortega Peña, Ramiro Ortega. La mesa estuvo integrada, además, por Javier Diment, director del documental “Parapolicial Negro. Apuntes para una prehistoria de la Triple A”, y Ricardo Ragendorfer, periodista a cargo de la investigación del documental, proyectado antes de la mesa redonda. El Secretario de Derechos Humanos sostuvo: “estos son justos homenajes en los cuales cada uno de nosotros conformamos parte de la construcción de un relato, que muchas veces no recuperamos la memoria sino que construimos memoria a partir de un legado y le damos todos los días sentido a una existencia de un hombre militante, que fue padre, un hombre que fue diputado, que fue un ejemplo, por sobre todas las cosas, de su militancia, de sus logros, de su coraje”. “Por mi generación -continuó Fresneda- hemos transitado una etapa en la Argentina en la cual hemos aprendido en la práctica, hemos aprendido con el compromiso, hemos aprendido de toda esta generación de abogados que mencionamos, por su valentía, pero también porque formaron parte de una historia en la cual la abogacía, el compromiso con la justicia y las luchas populares fueron lo que hoy legamos, hoy rescatamos, hoy reconocemos”. “Hoy nos ha tocado a una generación de abogados asumir una responsabilidad similar en otros tiempos, y hemos desempolvado expedientes que iniciaron ellos, y hemos tenido también el doloroso pero orgulloso compromiso de continuar muchas de las causas que ellos iniciaron”, finalizó. Por su parte, el presidente del Archivo Nacional de la Memoria, Ramón Torres Molina, definió a Ortega Peña como “una personalidad brillante a través de sus obras”. “Rodolfo fue un sesentista; no un setentista. Cuando se estudia aisladamente a los setenta de los sesenta es muy difícil comprenderlos. Los setenta son realización de lo que se pensó y se discutió en los sesenta. Y los sesenta no pueden ser comprendidos sin entender lo que ocurrió en 1955. Rodolfo Ortega Peña fue una expresión de eso: fue progresivamente adhiriendo al peronismo, al nacionalismo a partir de 1955 y en los años sesenta una clara adhesión al peronismo, al pensamiento nacional y al revisionismo histórico”, indicó, y agregó que “Rodolfo (Ortega Peña) y Eduardo (Luis Duhalde) son una síntesis de nacionalismo, peronismo, marxismo y revisionismo histórico, y eso antes de los sesenta era inconcebible”. En tanto, el director de Prensa del ANM y compañero de Ortega Peña, Marcelo Duhalde, comenzó sus palabras manifestando que fue “un día de sentimientos encontrados: es la primera vez en 38 años que homenajeamos a Rodolfo y que no está Eduardo Luis (Duhalde) acompañándonos”. “Se lo homenajeó a Rodolfo en la Facultad de Derecho; hay muchas agrupaciones universitarias y en el resto del país que llevan el nombre de Rodolfo Ortega Peña, y eso me produce una profunda alegría, ver que los jóvenes recuperan la memoria, la historia, el hacer de Rodolfo, que lo tengan como un referente, porque el mejor homenaje que se le puede hacer es recuperar todo lo que él aportó durante su vida”. Marcelo Duhalde destacó que cuando Ortega peña asumió su banca de diputado en 1974 “fue impresionante la cantidad de leyes que presentó, pedidos de informes, la intensa actividad parlamentaria de Rodolfo en esos cuatro meses llegó a presentar más de 200 proyectos, acompañando todas las acciones que estaban llevando adelante los trabajadores que se reunían asambleas, huelgas, en cualquier lugar del país Rodolfo estaba. Era la caja de resonancia dentro del Parlamento, de todas las necesidades que se planteaban en el momento”. A su turno, Carlos González Gartland opinó que “no se equivocaron en la elección de su objetivo quienes asesinaron a Rodolfo, porque él era un foco poderoso que alumbraba el camino del avance de las masas en reivindicación de derecho conculcados persiguiendo satisfacer necesidades cada vez más acuciantes”. Recordó la creación por parte de Ortega Peña -junto con Eduardo Luis Duhalde, Mario Hernández y Roberto Sinigaglia-, de la Asociación Gremial de Abogados, que agrupaba a los “abogados dispuestos a reivindicar los derechos humanos sin discriminar a las víctimas de su violación”. “Cuando asumió la banca de diputado, sacó su banca a la calle. No hubo conflicto, manifestación, repudio a abusos patronales o gubernamentales que no lo tuviera en primera fila, sin custodia gubernamental aunque con un arma de grueso calibre: su palabra”, resaltó. Finalmente, sostuvo que “el legado de estos compañeros es que las nuevas generaciones asuman el puesto en la lucha, y que una vez más tienen que tener fundamentalmente a los trabajadores como protagonistas y a la juventud en general”. El hijo del homenajeado, Ramiro Ortega, expresó: “Si yo tuviera que caracterizar a mi viejo, diría que fue un indisciplinado, que rompió con su estructura familiar, con el mandato que se esperaba de él, que rompía con el encuadre universitario, que rompía las pelotas dentro del movimiento peronista, y que encima no muere en pleno terrorismo de Estado: lo mata la Triple A en 1974; por lo tanto hasta su muerte es indisciplinada, porque no es cómoda para el movimiento peronista y los compañeros”. Finalmente, el compañero de militancia de Ortega Peña Rodolfo Mattarollo sostuvo que “tanto Rodolfo Ortega Peña como Eduardo Luis Duhalde fueron agraciados en esa combinación de teoría y acción, de pensamiento y de lucha”. Participaron del acto, entre otros, la integrante de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora Taty Almeida; Alfredo Ferraresi, secretario General del Sindicato de Farmacia; Marcelo Frondizi, secretario General Adjunto de la CTA; representantes de organizaciones sociales, gremiales y de derechos humanos. Además estaban presentes el secretario ejecutivo del ANM, Carlos Lafforgue; la coordinadora ejecutiva del ANM, Judith Said, y el director del Centro Cultural de la Memoria, Eduardo Jozami.
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