25 enero 2013

El interés no era servir a los lectores...

EL DIARIO EL PAIS DE ESPAÑA, O LOS PROBLEMAS DEL GATO MANCO

Carlos Malbrán, 25 de enero de 2013.

"No dejes que la realidad te estropee una buena noticia.”
Anónimo.

En España, los periodistas festejan su día el 24 de enero, que lo es también el del santo patrono de la profesión: San Francisco de Sales. En eso estaban ayer, los reporteros, corresponsales, editores, y hasta los cadetes de los diarios, dándose abrazos y besos entre ellos, felicitándose unos a otros y prometiéndose no traicionar jamás la ética ni los principios de este noble oficio de informar, cuando de pronto la escena se quedó congelada, perdió movimiento, se convirtió en una foto fija que los mostraba a todos atónitos. Unos con la copa del brindis a medio camino hacia su boca; otro con la vista chueca y fija en el escote de una secretaria de redacción; uno con la boca abierta, y otro en la mitad de una risa. Pasmados ante un acontecimiento que los inmovilizó por un instante y que aún pareciendo increíble, acababa de suceder.
El País, el diario que nacido seis meses después de la muerte de Franco, se convirtió en la voz de la democracia y con hacerlo ganó el primer lugar en la preferencia de los lectores. El de PRISA, el mayor grupo mediático de España, se había mandando una de las pifias más grandes de la historia del periodismo publicando en primera plana una supuesta foto del Presidente de Venezuela, en la que se lo veía casi agonizante y entubado en un hospital de La Habana, en donde hace semanas lucha entre la vida y la muerte, después de varias operaciones para tratar su cáncer.
El título era significativo: “EL SECRETO DE LA ENFERMEDAD DE CHÁVEZ”, y se difundía la fotografía informando que, “tomada hace unos días, muestra un momento del tratamiento médico en Cuba, según fuentes consultadas por este diario”.
Pero media hora después que la publicara en su página web, gracias a las redes sociales, el mundo entero supo que la foto era falsa. Pertenece un video que circula desde el año 2008 y no se trata de Hugo Chávez Frías, sino de otra persona. El escándalo no demoró en desatarse y tampoco la repulsa al diario español. Cristina Kirchner la calificó de canallada.
Precipitadamente, El País mandó sus camiones distribuidores a recoger la edición que ya estaba en la calle, pero ya era tarde, el mal estaba hecho. Lo que siguió fue una nueva edición con la primera plana reformada y algunas justificaciones y disculpas que sonaron huecas y torpes, seguidas de una promesa: la apertura de una investigación sobre “lo sucedido y los errores en la verificación de la fotografía”.
Previa a ninguna investigación, El País, cuenta al otro lado del charco con un defensor: Jorge Lanata que hoy publicó en Clarín: El secreto da a luz al morbo y ambos generan el rumor.”, con lo que intenta justificar el traspié, y agrega: “Ni el pueblo venezolano ni la opinión pública mundial saben cuál es la enfermedad de Chávez”. Cáncer Jorgito, cáncer, parece que todo el mundo, menos Jorge Lanata, saben cuál es la enfermedad del Presidente de Venezuela. ¿Será que él y el director de El País no leen diarios?
En su defensa Lanata suma: “De conocerse en realidad el estado de salud de Chávez, ¿la foto de marras hubiera tenido interés?”. Con lo que queda justificada “debidamente” la publicación de una mentira. Lo que no debe asombrarnos, porque a falta de catástrofes, crímenes o desastres, sembradores de desanimo y desestabilización, TN, una de la empresas del grupo para el que trabaja Lanata, el 11 de enero pasado, publicó  como actual, un crimen cometido en el Gran Buenos Aires, hace cinco años. Lo que a él no pareció molestarle, porque parece que lo importante es el objetivo desestabilizador y no la verdad.
Señor Javier Moreno, Director de El País: como a veces el bochorno obnubila, queremos orientarle en esa investigación, porque para comprender los errores cometidos, sólo hay que ir al propio Manual de Estilo de ese diario. Hermoso libro infaltable en la biblioteca de todos los amantes de esta profesión, que se estudia en todas las escuelas de comunicación y que ustedes parecen haber olvidado.
En él hay varias referencias a la necesidad de verificar la veracidad de una información a publicarse, y ahora analizaremos las razones por las cuales pasaron por alto este aspecto tan importante. Pero además el manual dice:
1.33. Las fotografías con imágenes desagradables sólo se publicarán cuando añadan información.
¿Qué fue lo que sucedió entonces? ¿Qué los llevó a cometer tan burdo error?
Señor Javier Moreno, habrá que recordar tres de los consejos que usted dio no hace mucho en una conferencia a un grupo de jóvenes estudiantes de periodismo:
1.-“Realizar un periodismo que se base en la verificación de los hechos, es decir, no practicar un periodismo que retuerza los datos hasta que se ajuste a las opiniones y a los prejuicios previos.
2.- Mantener siempre la independencia de los partidos políticos, de las instituciones, de las empresas.
3.-Tener como único interés servir a los lectores.
Evidentemente usted pasó por alto su primer consejo, porque por razones de intereses empresariales, tampoco es fiel al segundo y en consecuencia, el tercero, ha dejado de ser el cometido del periódico que dirige.
Hace ya mucho tiempo El País perdió su carácter de informador y se colocó al servicio de determinados intereses que lo llevaron a criticar al Comandante Ernesto Che Guevara y su tesis de la lucha armada, olvidando que aquel que es capaz de morir por sus ideas, merece al menos algún respeto. Cuando las empresas españolas en América fueron reclamadas por los gobiernos sobre pagos de impuestos o compromisos no cumplidos, El País no vaciló que convertirse en acérrimo crítico de esos gobiernos: Argentina, Brasil y sobre todo Venezuela se convirtieron en blancos de sus ataques.
No olvidamos los inmediatos aplausos de su diario a los golpistas venezolanos en abril de 2002, ni tampoco la justificación y apoyo que prestaron en editoriales al paro patronal ni la huelga de PDVSA. Estas y otras cosas definen claramente de qué lado se encuentra El País. Sin embargo, algo había sido cuidado hasta ahora: intentar no pasar los límites de la ética periodística.
¿Qué sucedió ahora?
Muy simple, sólo hay tres explicaciones para esta tremenda metedura de pata: una es que el odio que sienten ustedes por las causas populares, los lleva a convertir sus expresiones de deseos en imágenes de la realidad y así se acepta publicar esta foto, porque es lo más parecido a “la noticia deseada”, que en realidad sería: “Chávez agoniza”, o “Murió Chávez”.
La segunda, es lo que buen idioma español conocemos como “mala leche”, y la tercera, es que la cadena de errores que desembocaron en la publicación de la falsa imagen, sea consecuencia de torpeza o falta de inteligencia, pero como nos cuesta aceptar a un grupo de periodistas con 36 años de experiencia como torpes o faltos de inteligencia, nos quedamos con la idea de que se trató lisa y llanamente de mala leche.
En cualquier caso, no se preocupe usted; otrora, se hubiera quedado usted en la calle, pero hoy en un mundo tan desigual y por ello polarizado, los interesados en que usted siga mintiendo, lo mantendrán en su puesto. Quizá le den un regañito, más no para exigirle ética, sino pedirle que sea un poco más cuidadoso y no vuelva a sucederle al diario El País lo que al gato manco: no pudo tapar su cagada.

Carlos Malbrán, 25 de enero de 2013.
 

24 enero 2013


24.01.13

Infamantes

Por Roberto Páez González


Como se sabe, El País, de España, publicó en la tapa una foto del presidente Chávez -entubado en una cama de hospital- que dicho diario retiró esta mañana. La foto era falsa, ya que no correspondía a la realidad de Chávez hoy, pero de todas maneras constituye una afrenta, un acto de irrespeto, y Cristina hizo muy bien en referirse al hecho como a una canallada.
El País se comportó como un “pasquín canalla”. El hecho también es una amenaza porque muestra la dudosa deontología de los grandes medios de prensa en la actualidad, conllevando riesgos similares para con otras grandes figuras de la política internacional. Y desde ya para los líderes populares latinoamericanos que todo el tiempo se enfrentan con diatribas orquestadas en su detrimento.

El diario Clarín comenta estos hechos en una nota que titula “Cristina acusó al diario El País de "canalla" y aprovechó para pegarle a la prensa”. En cambio, no destaca si le parece oprobioso o normal lo sucedido con esa tapa de El País, incluso después del retiro de la foto.
Es decir que Clarín persiste y firma en la indiferencia más notable haciendo de cuenta que la presidenta de los argentinos exagera. Es periodismo bazofia. Se sabía.


° ° °



23 enero 2013

Su visión del futuro es el pasado (el peor pasado)

Elisa@lilitacarrio

Todo el pueblo no está preparado para el sufragio, debería haber cursos y así los más aptos podrían elegir y no caer en populismos.
 
 
22 de enero de 2013
UNA CURIOSA FORMA DE VER LA DEMOCRACIA
Por Carlos Malbrán *
- Entonces ¿Cuál es la clave?, preguntó Alicia.
- La clave querida Alicia, es saber quién escribe la historia.
Lewis Carroll: “Alicia en el País de las Maravillas”
La palabra democracia, (gobierno del pueblo), nos vino de los atenienses, y si bien es cierto que allí las decisiones importantes eran tomadas por una asamblea de ciudadanos, y no por un rey o emperador como en la mayor parte de los pueblos de la antigüedad, debe tenerse en cuenta que ciudadano en Atenas, era un hombre, y no eran considerados tales, las mujeres, los extranjeros, ni los esclavos. Si tenemos en cuenta que la mayor parte de su población eran esclavos, no nos cuesta trabajo admitir que era una sociedad tremendamente antidemocrática.
Los sistemas económicos cambian y mucho tiempo después el esclavismo debía ser abolido, no por razones humanitarias, sino porque el naciente capitalismo basaba su desarrollo en la existencia de consumidores y un esclavo carece de salario. La esclavitud era un obstáculo.
Recién entonces comienzan a desarrollarse las democracias moderna, claro que durante mucho tiempo el sufragio universal, era sufragio, por no tan universal que digamos, porque se trataba que las aristocracias primero y las oligarquías después, continuaran en el ejercicio del poder.
En algunos casos se trató de repúblicas censitarias, esto quiere decir que sólo podía elegir o ser electos, cierto número de ciudadanos incluidos en un censo restringido.
En la Argentina no hizo falta ese engendro jurídico, porque después del genocidio capitaneado por Roca, el gran general de nuestra oligarquía, y repartidas las tierras de nuestros pueblos originarios, el fraude fue la norma durante mucho tiempo.
Por supuesto sí hubo quienes quisieron imponer el voto restringido.
En la Constituyente de 1826, los acólitos de Rivadavia propusieron una novedosa ley que establecía que tendrían derecho al voto todos los hombres libres nativos del país o avecindados en él, mayores de 20 años, pero sólo podrían ser elegidos para los cargos públicos los ciudadanos mayores de 25 “que poseyeran alguna propiedad inmueble o industrial”, e impedía el voto de los domésticos, soldados, peones, empleados y jornaleros, en una palabra: “la chusma”. Al respecto diría Manuel Dorrego, en los debates de esta ley:
... y si se excluye, (del voto), a los jornaleros, domésticos y empleados también ¿Entonces quién queda?” Queda cifrada en un corto número de comerciantes y capitalistas la suerte del país. He aquí la aristocracia del dinero, hablemos claro, el que formaría la elección sería el Banco, porque apenas hay comerciantes que no tengan giro en el Banco, y entonces el Banco sería el que ganaría las elecciones…”.
¡Cuánta razón tenía don Manuel Dorrego!
* Corresponsal de Cristina, Buenos Aires - México
° ° °






14 enero 2013

PUNTUALIZACIONES EN PLENO VERANO

 
 
Pocas cosas son más definitorias sobre el estado de la oposición política que los comentarios de los jefes de sus alas derecha e izquierda, Maurizio Macrì y Hermes Binner, sobre el retorno de la Fragata Libertad luego de su liberación sin pago alguno a raíz de la demanda argentina ante el Tribunal Internacional del Mar. Por su parte el radicalismo aparece más tironeado que nunca entre aquellas otras alternativas, en un decisivo año electoral en el que los remanentes del Grupo Ahhh… pondrán en juego su mejor cosecha legislativa en años, dado que se renuevan las diputaciones ganadas en 2009”.

No se Ghana para sustos

Año electoral con una oposición perpleja, que cuestiona detalles menores y no se pronuncia sobre cuestiones de fondo, y un gobierno proactivo que sabe a dónde va. La Fragata regresó sin que se pagara nada. Macrì, Binner y La Nación proponen claudicar, postulan a Ghana como República modelo y a Nicolás Avellaneda como estadista pagador. El martes, políticos y empresarios almuerzan para ilusionarse con el poskirchnerismo. Las condenas por crímenes de lesa humanidad en la base de Mar del Plata.
- -
Por Horacio Verbitsky
- -
Pocas cosas son más definitorias sobre el estado de la oposición política que los comentarios de los jefes de sus alas derecha e izquierda, Maurizio Macrì y Hermes Binner, sobre el retorno de la Fragata Libertad luego de su liberación sin pago alguno a raíz de la demanda argentina ante el Tribunal Internacional del Mar. Por su parte el radicalismo aparece más tironeado que nunca entre aquellas otras alternativas, en un decisivo año electoral en el que los remanentes del Grupo Ahhh… pondrán en juego su mejor cosecha legislativa en años, dado que se renuevan las diputaciones ganadas en 2009. La incógnita como desde hace tres años es el gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien dice acatar el liderazgo de CFK pero no pierde ocasión para acentuar sus diferencias. Esa estrategia se aproxima al punto de saturación y en su carta a Ricardo Darín y durante la recepción de la Fragata, Cristina volvió a dejar en claro que para colmar sus aspiraciones Scioli no tendrá otro remedio que enfrentarla. Eso es lo que le planteó en forma aún más explícita Néstor Kirchner en 2010. Y el gobernador no se animó.

La sed y el hambre

Macrì le exigió al gobierno “evitar nuevos incidentes internacionales y embargos”, porque “tenemos cosas sin arreglar. Se pueden arreglar, no es tan difícil”. A su juicio “hay que resolver muchos juicios pendientes que tiene la Argentina” que “hoy limitan la inversión”. Binner contó que cuando el buque fue retenido en el puerto de Tema, su partido se comunicó con el partido de gobierno de Ghana, ya que ambos integran la Internacional Socialista. La respuesta fue que no podían hacer nada porque la Justicia era independiente y no respondía a la voluntad del Poder Ejecutivo. Para el ex gobernador de Santa Fe, Ghana es un ejemplo de República a imitar. Por su parte el matutino La Nación advirtió en un editorial “que los contratos de un Estado con empresas o individuos deben ser honrados, como proclamaba Nicolás Avellaneda”. Este es un mensaje críptico, que la tribuna de doctrina no se esmera por decodificar, porque está dirigido a quienes poseen las claves. Se refiere al más famoso discurso del político tucumano que presidió la Argentina hace catorce décadas. Al inaugurar el período de sesiones del Congreso de 1877, Avellaneda dijo que “los tenedores de bonos argentinos deben, a la verdad, reposar tranquilos. La República puede estar dividida hondamente en partidos internos; pero no tiene sino un honor y un crédito, como sólo tiene un nombre y una bandera ante los pueblos extraños. Hay dos millones de argentinos que economizarían hasta sobre su hambre y sobre su sed, para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros”. El abanico de posiciones alusivas de la oposición, que coincide con Avellaneda sin decirlo, contrasta con el nítido pronunciamiento oficial durante el acto convocado en Mar del Plata para recibir a la embarcación. En uno de los discursos más precisos de su segundo mandato, CFK acudió a una encendida verba nacionalista (que incomodó incluso a algunos partidarios provenientes de otras escuelas de pensamiento) y con citas de Belgrano, San Martín y Brown, repasó la lógica del endeudamiento del siglo XX, que durante la dictadura y la democracia neoliberal financió la desindustrialización, la pérdida del mercado interno y el desguace de las empresas públicas. Ese capital social acumulado por generaciones se remató a precio vil y lo recibido ni siquiera alcanzó para pagar el 20 por ciento de los intereses de la deuda. Para desandar ese sendero hacia el abismo fue preciso renegociar esa deuda, en los términos más favorables obtenidos por cualquier Estado en el mundo. El embargo de la nave fue un intento de quienes prefirieron quedar al margen de aquel acuerdo por cobrar el 100 por ciento de sus créditos y al mismo tiempo deslegitimar ese proceso de recuperación nacional. CFK también respondió a un editorial anterior en que La Nación destacó “el valor de honrar las deudas”, que fue la posición más reiterada entre las fuerzas opositoras. Preguntó por qué no comenzaba el diario por cancelar su deuda con la AFIP por impuestos impagos, aunque subestimó en dos tercios un reclamo que no asciende a 100 sino a 280 millones de pesos. Desde hace tres años y medio La Nación goza de la protección de una medida cautelar de la Corte Suprema de Justicia, lo cual lleva la mora a diez años. El diario invoca un decreto que rigió hasta julio de 2003. En la floreciente situación económica de 2009, otros medios, como Clarín, aceptaron el canje por publicidad de su deuda o la refinanciación a diez años del capital, sin intereses. Sólo La Nación decidió seguir reivindicando su derecho a no honrar las deudas propias mientras predica lo contrario en sus editoriales.

No sólo el padre

Al día siguiente, luego de anunciar la adquisición de vagones chinos para reemplazar los obsoletos de las líneas Sarmiento y San Martín, Cristina le contestó a Macrì. Lo hizo con un argumento ad hominem, recordando que las Sociedades Macrì (Socma), que presidía su padre es uno de los grupos empresarios cuya deuda externa fue asumida por el Estado. Aunque omitió que el joven heredero era vicepresidente ejecutivo del grupo, la observación presidencial es mucho más precisa y apropiada que la superflua carta dirigida a Ricardo Darín. A diferencia del actor, Macrì es un dirigente político que conduce uno de los mayores distritos, aspira a la máxima magistratura del país y cuestiona las estrategias públicas en curso, por lo que la réplica presidencial es parte del más legítimo debate político, para ilustración del soberano. La fracción del Partido Socialista que conducen el diputado Jorge Rivas y el subsecretario general de la presidencia Oscar González había adelantado un aporte valioso para entender la lógica macrista. La edición de enero-febrero del periódico partidario La Vanguardia reprodujo un párrafo muy pertinente: “El incremento de la deuda pública interesaba directamente a la fracción burguesa que gobernaba y legislaba a través de las Cámaras. El déficit del Estado era precisamente el verdadero objeto de sus especulaciones y la fuente principal de su enriquecimiento. Cada año, un nuevo déficit. Cada cuatro o cinco años, un nuevo empréstito. Y cada nuevo empréstito brindaba a la aristocracia financiera una nueva ocasión de estafar a un Estado mantenido artificialmente al borde de la bancarrota; éste no tenía más remedio que contratar con los banqueros en las condiciones más desfavorables. Cada nuevo empréstito daba una nueva ocasión para saquear al público”. El resultado invariable era “la ruina de una masa de pequeños capitalistas y el enriquecimiento fabulosamente rápido de los grandes especuladores” (Carlos Marx: “Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850”).

El sueño de los justos

Menos comprensible es la intervención de Binner, que no es un hombre de negocios dudosos sino un médico socialista sin interés conocido en los pases de magia financieros. La postulación de Ghana como modelo republicano es una de las ideas más bizarras que se hayan escuchado en mucho tiempo. Su cotejo con lo que ocurre en la Argentina tampoco se sustenta en los hechos. Además de las deudas incobrables de La Nación, varias iniciativas políticas del gobierno nacional han sido frenadas por decisiones de la Justicia, como la ley de servicios de comunicación audiovisual y la recuperación de las doce hectáreas sustraídas al patrimonio común por la Sociedad Rural, sin que el Poder Ejecutivo haya respondido con otra cosa que recursos judiciales y declaraciones políticas. De estrecha relación con el Reino Unido, al que está hermanada en la Mancomunidad de Naciones cuya titular simbólica es la reina británica Isabel II, Ghana figura tercera en la lista de paraísos fiscales ultra secretos para realizar transacciones ilegales, según el ranking confeccionado por la coalición de investigadores y activistas The Tax Justice Network Africa. Ese paraíso es también de hechura británica. Según el diario londinense The Guardian, el banco Barclays trabajó desde 2005 en estrecha relación con el gobierno de Accra para establecer un centro internacional de servicios financieros que ofreciera “bajos impuestos y mínima transparencia”. Al año siguiente, Barclays se instaló también en la Argentina, donde asesoró a la provincia de Buenos Aires para la colocación de deuda y, en 2010, lideró el grupo de bancos que operó el segundo canje de títulos argentinos en default. Las leyes de Ghana fueron modificadas para permitir que Barclays operara como banco offshore. Organizaciones internacionales de ayuda al de-sarrollo citadas por el diario expresaron temor de que “los barones de la cocaína, que cada vez más utilizan el Africa Occidental como ruta de tránsito hacia Europa, puedan lavar en Ghana el dinero de la droga”. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió a Ghana que su emergencia como nuevo paraíso fiscal podría estimular la corrupción y la criminalidad en toda la región. Como consecuencia de estas preocupaciones, el gobierno canceló la autorización concedida a Barclays, que una vez terminado el canje también cerró su oficina en Buenos Aires. Al mismo tiempo que encomió a la Justicia de la república africana, Binner opinó que el presidente venezolano Hugo Chávez Frías no está en condiciones de asumir el nuevo mandato para el que fue electo, ya que no prestó el juramento constitucional ante la Asamblea Nacional. En este caso, el jefe socialdemócrata no se siente obligado por la decisión del Tribunal Superior de la República Bolivariana, que es el órgano máximo de interpretación constitucional allí. Desde otro punto de vista podría argüirse que el oficialismo bolivariano está desperdiciando la oportunidad única de una nueva elección, en la que hoy es indudable que la candidatura de Nicolás Maduro repetiría la victoria obtenida por Chávez, quien antes de viajar para la cuarta operación en un año lo ungió como su candidato a sucederlo. Pero lo que no tiene sentido es el cuestionamiento a la decisión del tribunal que define la constitucionalidad de los actos del gobierno. Desde la izquierda extraparlamentaria a pesar de sí misma llegó el comentario más pintoresco sobre lo sucedido. Con la admirable naturalidad con que desde su alta mira explica todo lo que ya ocurrió y lo que está por suceder, el líder del partido “Obrero”, Jorge Wermus, sentenció (desde las páginas de La Nación, por supuesto) que “la Fragata viene a la Argentina como fruto del acuerdo de acatar el fallo de la Cámara de Nueva York del 27 de febrero”, sin molestarse por ofrecer algún elemento que fundamente semejante afirmación, contradictoria con todo lo que se sabe al respecto. Antes, Wermus había participado con la plana mayor de la paleoizquierda local en un acto frente al ministerio de Justicia para reclamar la renuncia de su titular, Julio Alak. Ni siquiera con el aporte del grupo minoritario de la CTA consiguieron ocupar más que unos pocos metros de la angosta calle Sarmiento frente al edificio oficial.

PASO adelante

Esos posicionamientos se pondrán a prueba en agosto, cuando vuelvan a celebrarse las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de las que surgirán las candidaturas para los comicios legislativos de octubre. Tal como le ocurrió en 2011, la UCR sigue tironeada entre los reclamos divergentes de la transversalidad kirchnerista, el Peornismo Opositor, el Frente Progresista o el PROradicalismo, que le dificultan recuperar niveles perdidos de homogeneidad. La porción del radicalismo K que no sucumbió al cimbronazo de Cobos ha sumado ahora al ex candidato presidencial Leopoldo Moreau, cuya dificultad para construir una alternativa no desmerece la precisión de su cuestionamiento a lo que llamó el “antikirchnerismo bobo”. Esta descripción, en la que razonablemente ningún antikirchnerista se reconoce, engloba a quienes reclaman encolumnarse detrás de Maurizio Macrì porque, como dijo el heredointendente de San Isidro Gustavo Posse, es quien tendría más votos. Pero también alcanza al ex candidato Ricardo Alfonsín y quienes apuestan con él a un acuerdo con algún barniz ideológico, que incluya a los socialistas de Binner, los genios de Margarita Stolbizer y los camaleones libres del sur, que siguen con empeño las huellas de la inigualable Patricia Bullrich. El problema de todos ellos es que dirimir la cuestión en las PASO requeriría la previa conformación de una alianza por ahora impensable, pese al encuentro público de Posse con el primo inteligente de Macrì y el intendente de Malvinas, Jesús Cariglino. El macrismo ha avanzado más que cualquier otra fuerza en el pasado en sumar desgajamientos de los grandes troncos peronista y radical, desde los Santilli y los Ritondo, hasta los Aguad, Giúdici y Delich. Que esta construcción tradicional basada en intercambios de puestos y favores entre dirigentes pueda traducirse en una apelación atractiva para los votantes, es algo que está por demostrarse. Mientras, Cristina sigue suscitando una adhesión social más fuerte que todas las contrariedades, incluyendo errores propios y factores externos, porque tiene más claro que nadie a dónde se dirige y con qué recursos.
 
Fuente: Página 12, 13.01.13